viernes, 5 de febrero de 2010

Relato antiguo del abuelo: La peseta

En aquellos antiguos tiempos en que nos divertíamos en las calles con juegos tan sencillos como las canicas o las peonzas, o simplemente observando curiosos en la tele a los antiguos políticos luciendo aquellas antiguas patillas de a tonelada, en éste, nuestro reverenciado país, existían una moneda propia: La peseta.
Siempre recordaré cuando mi padre volvía a casa tarde y cansado, mi madre le decía: "para mañana me tienes que dejar cinco mil pesetas para la compra". Luego mi padre se sentaba conmigo y me relataba aquellos maravillosos años en que a él le daban 20 de los antiguas pesetas el fin de semana para gastarlos en lo que quisiera, de la misma forma que a su padre, mi abuelo, le habían dado 20 de los antiguos reales y así hasta los comienzos de nuestro antiguo árbol genealógico, y por eso él me hacía entrega de 4 antiguos duros, que, para los más pequeños, sumaban 20 antiguas pesetas. Por supuesto yo no tardaba en darle salida a aquella antigua fortuna... ¡Con qué dulzura me miraba la señora del kiosco cuando iba a comprar algunos de aquellos antiguos Sugus!, y me decía: "son 20 pesetas, guapo".
Lorena Lupión Alabarce

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